China propone trabajar con Perú y Brasil en construcción de ferrocarril transcontinental
Durante reunión con presidente Ollanta Humala en Brasilia, presidente Xi Jinping dijo que los tres países emitirán una declaración conjunta sobre el proyecto al final del día.
El presidente chino Xi Jinping sugirió hoy en Brasilia la creación de un grupo de trabajo con Perú y Brasil para promover conjuntamente la construcción de un ferrocarril que cruce el continente sudamericano.
Durante una reunión con el presidente Ollanta Humala, Xi señaló que los tres países emitirán una declaración conjunta al final del día sobre el proyecto del ferrocarril, que se extenderá desde la costa del Pacífico en Perú hasta la costa atlántica en Brasil.
En declaraciones recogidas por la agencia Xinhua, el presidente chino propuso establecer un grupo de trabajo trilateral para aunar la cooperación de los tres países en todos los aspectos relacionados al proyecto, incluyendo la planificación, diseño, construcción y operación del ferrocarril transcontinental.
Xi dijo que China otorga gran importancia a la cooperación de beneficio mutuo para la construcción de infraestructura con los países de América Latina, y está dispuesta a mantener una comunicación fluida con Perú y Brasil en este proyecto en particular.
Xi se encuentra en Brasilia en una visita de Estado a Brasil, donde ha participado en la sexta cumbre de los países BRICS y también tiene previsto asistir a una cumbre entre China y América Latina.
China también está interesada en estudiar la posibilidad de un ferrocarril que atraviese Los Andes hasta la costa del Pacífico de Perú, que podría reducir la ruta comercial.
China en Latinoamérica: Una amistad más intensa
En Beijing resulta muy claro que la expansión global de las empresas e inversiones chinas requiere de una plataforma política sólida
¿Qué espera obtener Beijing de la visita del Presidente Xi Jinping a América Latina?
Como sabemos, el líder chino planeó una agenda intensa en la región: la cumbre de los BRICS en Brasil (y a su vez con los líderes de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR), reunión con el Cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) y visitas a Argentina, Venezuela y Cuba.
Si examinamos el viaje del Presidente Xi desde una perspectiva que vaya más allá de lo inmediato, podemos postular que la potencia asiática busca principalmente cuatro resultados.
Primero, afirmar los lazos políticos con la región.
Segundo, adelantar una agenda regional.
Tercero, avanzar con firmeza en la seguridad energética y alimentaria, así también como en las inversiones en infraestructura y transporte.
Cuarto, mejorar la articulación de la política hacia Latinoamérica con la estrategia global de Beijing.
No es poco. Por eso esta visita reviste una importancia especial al marcar un punto de inflexión en las relaciones de China con la región.
El primer objetivo es afianzar los vínculos políticos con América Latina. Aunque solemos enfocarnos en lo económico, en Beijing resulta muy claro que la expansión global de las empresas e inversiones chinas requiere de una plataforma política sólida. La diplomacia es la base de la expansión comercial. A Beijing le preocupa la estabilidad política de sus socios estratégicos (Venezuela y Argentina son buenos ejemplos). Pero también reconoce dónde hay que poner el énfasis: Brasil es un hueso duro de roer, al que China necesita como coordinador para su juego en la región. Si Brasil ve a China como competencia, entonces obstaculiza la agenda y eso complica la estrategia regional de Beijing.
El segundo resultado consiste en avanzar de una política basada en lo bilateral a una de carácter regional. Desde que asumió su mandato, el Presidente Xi ha adelantado una política exterior que busca crear o fortalecer espacios multilaterales donde la influencia de los Estados Unidos sea débil o esté ausente, pero siempre cuidándose de no irritar a Washington. En este sentido, la inteligente agenda de Beijing se mueve simultáneamente en distintos frentes. El anuncio de la creación de un banco de inversión para el desarrollo ha sido el plato fuerte del encuentro de los BRICS en Fortaleza, lo que cuadra con las aspiraciones chinas de contar con instituciones internacionales que le permitan tener un papel de liderazgo y sirvan de plataforma para promover sus intereses. Al mismo tiempo, la iniciativa de crear una cumbre China-CELAC mata dos pájaros de un tiro: responde a la ausencia de una plataforma de interacción con la región, lo que ha sido una crítica constante de los países latinoamericanos, y logra dicho objetivo dejando afuera a los Estados Unidos.
Se especula que
el banco de los BRICS puede hacerle contrapeso al tradicional sistema multilateral del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y para América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En la coyuntura actual de la deuda externa argentina, un banco de desarrollo y un fondo de reservas como los que se han anunciado generan considerable atención, pero es difícil precisar en este momento cuáles serán sus beneficios concretos al no conocerse exactamente sus detalles. Algunos piensan que el nuevo banco aspiraría a disputarle a Japón espacios como el del Banco Asiático del Desarrollo y a los Estados Unidos el del BID. Lo que sí queda claro es que puede funcionar como una herramienta real de impacto político y económico para este grupo de países.
El tercer resultado esperado consiste en fortalecer la política china de seguridad energética y alimentaria. Sobre lo energético, Venezuela es un socio importante con el que Beijing tiene una relación muy cercana e intereses cuidadosamente diversificados. China quiere entrar en nuevos negocios de petróleo y gas, como los yacimientos de Vaca Muerta en el sur de Argentina, donde ya ha desembarcado Chevron. Se anticipa que el Presidente Xi pondrá énfasis en las importaciones de mineral de hierro de Brasil.
Como sabemos, las exportaciones del complejo sojero argentino y brasilero son claves en la relación comercial de Latinoamérica con China. El dragón asiático quisiera lograr autosuficiencia en la producción de alimentos, pero serias limitaciones a la producción doméstica y las inseguridades asociadas con la volatilidad en los precios han impulsado a las empresas chinas a invertir en el exterior para controlar la producción y procesamiento de los productos agrícolas, así también como la logística de su transporte. Por el momento, la inversión agrícola china en América Latina es limitada. Hay mucho interés por expandirla. Sin embargo, los obstáculos son múltiples y principalmente de carácter político. Por eso la diplomacia tiene un papel importante que cumplir.
Más allá de lo energético y alimentario, inversiones en el transporte de carga ferroviario en Argentina y varios proyectos de infraestructura son parte relevante de la agenda.
Cuarto, a medida que la diplomacia hacia América Latina se torna más compleja, resulta necesario ajustar el modo en que las relaciones con la región encajan en la política global de Beijing. Los cuatro países que el Presidente Xi incluye en su tour latinoamericano son destinos usuales del liderazgo chino. Sin embargo, como mencionaba antes, este viaje debe entenderse más allá de la mirada bilateral: la política de Beijing ha tenido un giro hacia lo regional y lo multilateral. Esta evolución hace que los pasos que China marque en América Latina empiecen a ser leídos más y más en relación a sus acciones en otras regiones. Por eso, a Beijing le preocupa mucho explicar a Washington que su política latinoamericana no debe leerse como contenciosa y que América Latina es una región secundaria en el contexto mayor de la política exterior china. Pero se dan cuenta de que hay razones para leer esta política de otra manera.
Si la visita del Presidente Xi logra los cuatro resultados mencionados, podemos empezar a hablar de una nueva etapa en las relaciones chino-latinoamericanas. Esta nueva etapa presenta nuevas oportunidades, pero también desafíos para ambas partes. Y nos plantea una interrogante significativa: ¿cómo evaluará Washington la visita del mandatario chino? ¿Afectará de alguna forma la política norteamericana hacia América Latina?
*Ariel Armony es director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami
China quiere construir ferrocarriles en Brasil para sus materias primas
.box-compatir{width:80px !important;}.box-compatir ul li.lkdn {margin-left:-2px;}
(Reuters).-
Brasil espera que durante una visita del presidente chino Xi Jinping se fortalezcan los vínculos con su mayor socio comercial más allá del intercambio de materias primas por bienes manufacturados, pero eso podría ser sólo un anhelo.
Los acuerdos que
China firmará cuando Xi se reúna con la presidenta Dilma Rousseff mañana se centrarán en mejorar la infraestructura para asegurar que las materias primas que tanto necesita el gigante asiático lleguen a los puertos, para lo cual la gran prioridad son los ferrocarriles.
Funcionarios brasileños describen la visita estatal de Xi como un hito para profundizar una asociación estratégica que generará inversiones chinas en la industria manufacturera del país sudamericano.
El comercio entre China y Brasil trepó a US$ 83,300 millones el año pasado desde US$ 3,200 millones en el 2002, donde el mineral de hierro, la soja y el petróleo fueron las principales exportaciones.
Los chinos han estado haciendo promesas de inversión durante años pero no han cumplido. Tres años después de anunciar planes para invertir US$ 2,000 millones en una planta de molienda de soja y un gigantesco complejo de almacenamiento en el estado occidental de Bahia, la empresa Chongqing Grain Group Corp sólo ha logrado aplanar un campo de 100 hectáreas.
Han habido pocos éxitos en el juego de inversiones. Dongfeng Motor Corporation, uno de los mayores grupos automotores de China, ha archivado un plan para construir una fábrica de camiones de 1,000 millones de reales (US$ 450 millones) en Brasil.
Analistas dicen que los chinos no están interesados en invertir en el sector manufacturero de América Latina, especialmente en Brasil, donde los costos laborales son más altos y abundan los obstáculos regulatorios.
“Los brasileños deben entender que Brasil no es terriblemente atractivo”, dijo Riordan Roett, director para el Hemisferio Occidental de la escuela de estudios Johns Hopkins School of Advanced International Studies en Washington. “No hay crecimiento del crédito y el Gobierno no ha cumplido las promesas de mejorar la infraestructura. Los chinos están muy conscientes de eso”.
A menos que Brasil pueda ser más competitivo, las inversiones chinas se destinarán a países de Asia o a los florecientes miembros de la alianza del Pacífico, como México, dijo Roett.
Funcionarios brasileños dicen que China quiere abrir una asociación para la construcción de ferrocarriles que puedan transportar granos y mineral de hierro a los puertos de Brasil.
Los proyectos bajo consideración incluyen ferrocarriles a los puertos de Ilheus en el estado de Bahia y a Itaqui en Maranhao, que están más cerca del Canal de Panamá y permitirían disminuir el costo de los fletes.
China también está interesada en estudiar la posibilidad de un ferrocarril que atraviese Los Andes hasta la costa del Pacífico de Perú, que podría reducir significativamente la ruta comercial, dijo un funcionario del Ministerio de Comercio.
China ofrece financiar obras infraestructura en Latinoamérica y Caribe
China ofreció hoy a los países latinoamericanos y caribeños 35.000 millones de dólares de recursos propios para financiar proyectos en América Latina en la reunión que el presidente chino, Xi Jinping, tuvo hoy en Brasilia con jefes de Estado de los once países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), informaron fuentes oficiales.
“Los recursos fueron ofrecidos en el marco de una propuesta china para crear nuevos lazos con la región”, afirmó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en una rueda de prensa que concedió tras la cita en la sede de la Cancillería brasileña.
El presidente cubano, Raúl Castro; el ecuatoriano, Rafael Correa; el costarricense, Luis Guillermo Solís; y el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, asistieron en nombre del cuarteto que representa a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).
Entre los sudamericanos estaban los mandatarios de Colombia, Venezuela, Chile, Uruguay, Surinam, Guyana, además de la brasileña, Dilma Rousseff.
“China está interesada cada vez más en involucrarse con América Latina. En el caso de Colombia, nos interesa que China esté presente en todas estas infraestructuras que estamos sacando a licitación, y cualquier aporte que quiera hacer al desarrollo colombiano, es bienvenido”, dijo en una declaración a periodistas el colombiano Juan Manuel Santos.
“China está dispuesta a conjugar esfuerzos con Brasil y los otros países de la región, para volvernos buenos amigos y aliados”, había dicho Xi en un discurso el miércoles ante el Congreso brasileño.
Xi Jinping llegó a Brasil el lunes para participar de la cumbre de los BRICS, grupo de países emergentes que integra con Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, durante la cual se aprobó la creación de un banco de desarrollo del grupo para financiar obras de infraestructura.
En una insólita extensión de su visita, el miércoles el presidente chino participó también de una cumbre entre el grupo BRICS y los países sudamericanos.
China ofrece 35.0000 millones de dólares para proyectos en Latinoamérica
Brasilia, 17 jul (EFECOM).- China ofreció 35.000 millones de dólares de recursos propios para financiar proyectos en América Latina en la reunión que el presidente chino, Xi Jinping, tuvo hoy en Brasilia con jefes de Estado de once países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), informaron fuentes oficiales.
“Los recursos fueron ofrecidos en el marco de una propuesta china para crear nuevos lazos con la región”, afirmó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en una rueda de prensa tras la cita en la sede de la cancillería brasileña.
La mandataria agregó que los recursos estarán divididos en tres tipos de fondo, cuya creación definitiva dependerá de negociaciones para la constitución de un foro permanente entre el gigante asiático, que ya es uno de los mayores inversores en Latinoamérica, y los 33 países de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la jefa de Estado de Brasil, el primero de los fondos propuestos por China estará dotado con un capital inicial de 20.000 millones de dólares y será específico para financiar obras de infraestructura en América Latina.
Otro fondo, por 10.000 millones de dólares, ofrecerá líneas de crédito para financiar proyectos de desarrollo en la región.
Y el último contará con 5.000 millones de dólares y estará destinado a financiar proyectos específicos en áreas definidas por China que no fueron citadas por la mandataria.
“China nos propone una relación muy importante”, afirmó Rousseff al referirse a la oferta de una alianza estratégica entre la mayor economía asiática y Latinoamérica.
Rousseff dijo que los recursos ofrecidos por China “serán potenciados también” con los puestos a disposición por otros miembros del BRICS, el foro integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las grandes economías emergentes del mundo.
Los BRICS anunciaron el martes en su VI Cumbre, realizada en la ciudad brasileña de Fortaleza, la creación de un banco de fomento conjunto con un capital inicial de 50.000 millones de dólares y que ofrecerá financiación para proyectos de infraestructura en países en desarrollo, incluyendo los latinoamericanos.
Las líneas generales de ese banco fueron descritas en la cumbre que los líderes de los BRICS tuvieron este miércoles en Brasilia con los presidentes de los doce países de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
En el encuentro de este jueves con Xi Jinping participaron, además de Rousseff, los presidentes de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, Cuba, Raúl Castro, Ecuador, Rafael Correa, así como el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, que forman actualmente el cuarteto de la CELAC.
También estuvieron presentes los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; Chile, Michelle Bachelet; Guayana, Donald Ramotar; Surinam, Desi Bouterse; Uruguay, José Mujica, y Venezuela, Nicolás Maduro.
En el encuentro fue discutida igualmente la creación del Foro Permanente China-CELAC, una iniciativa de Pekín que ya ha sido respaldada por CELAC y que está previsto que se formalice en enero próximo en Pekín, con una primera cita de los cancilleres de los países latinoamericanos y China.
A esa reunión le seguirá la primera Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que también se celebrará en Pekín, durante el primer trimestre del año próximo.COM