Apple ha sabido anticiparse siempre a las tendencias del futuro. Dominaron las ventas de música digital, mientras que iPhone ha revolucionado la industria de la telefonía. La capacidad de anticipar el futuro es muy importante si se quieren lograr las metas y tener éxito. Un ejemplo de cómo podemos aplicar esto a nuestra vida es visionando lo que queremos ser en un año (o cinco o diez…) a partir de ahora. Al tener esa visión, podremos anticipar obstáculos futuros y prepararnos para superarlos.
Steve Jobs se mantuvo siempre centrado en lo positivo. Además encontró un canal donde volcar toda esa positividad… y ya sabemos lo que consiguió. Tú también debes centrarte en lo positivo, ver el vaso “medio lleno”. Es una cuestión de actitud.
Todo el mundo falla, es la forma de responder a los fracasos la que marca la diferencia. En 1984, Steve Jobs fue despedido de Apple. En 2005, en el discurso de graduación de Stanford, dijo al respecto: “Yo no lo vi entonces, pero que me despidiesen de Apple fue lo mejor que me pudo pasar. La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida”. La lección que podemos aprender de la historia de Steve es: no debemos temer el fracaso, porque el fracaso no es el final del camino. Hay que tomar el fracaso como la oportunidad de aprender y mejorar.
El año antes de fundar Apple, Jobs viajó a la India. Viajar amplía la perspectiva de una persona. Viajar no tiene porqué costar mucho dinero o llevar mucho tiempo. Una escapada de fin de semana a otra ciudad podría ser suficiente para que pueda experimentar cosas nuevas y ampliar su horizonte.
Steve Jobs no comenzó Apple solo. Tenía un gran socio, Steve Wozniak, que complementaba sus habilidades de trabajo muy bien. Es necesario elegir el socio adecuado para tener éxito.
Jobs y Wozniak se quedaron sin dinero durante el desarrollo de la primera computadora de Apple. En lugar de desistir, Jobs vendió su camioneta y Wozniak vendió su calculadora gráfica. Cuando hay voluntad, hay un camino.
La mayor parte del tiempo tenemos que asumir riesgos con el fin de seguir adelante. Sólo ten cuidado y asegúrate de que el riesgo que asumes es un riesgo relativamente calculado.
Steve Jobs no sólo tenía a Steve Wozniak como socio, también trabajó con Tim Cook, Johny Ive, y John Lasseter; tres personas con mucha fuerza. Esto permitió a Jobs conseguir el éxito no sólo de Apple, sino también de Pixar.
“Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi todo -todas las expectativas externas, todo el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso- todo eso desaparece en la cara de la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante”, decía Jobs. Una gran lección.
En la escuela secundaria, Jobs asistió a conferencias en una compañía de tecnología de ordenadores llamada Hewlett-Packard. Antes de cumplir 21 años, Steve había trabajado tanto para HP como para Atari. Vio lo que estas empresas estaban haciendo y se enteró de lo que quería hacer de manera diferente con Apple.